UNA TARDE EN FAMILIA.
Hoy domingo, la familia tuvimos una tarde hermosa, sencilla...como deberían ser todas las tardes.
Es domingo y mi hija desde ayer esta que quiere ir al parque, y que vayamos al parque, le decimos "Papá y Mamá tenemos cosas que hacer para el lunes", pero eso no es "razón" suficiente para no ir al parque.
La nena, quiere salir a correr, a jugar, a estar bajo el sol, subirse a los juegos como al "brincolin", pintar, hacer esas cosas que son divertidas, no a quedarse a hacer "cosas" para el lunes, no esas son aburridas, nos dice.
Y bueno, pues después de desayunar y medio levantar la casa, Mamá se pone hermosa y su gorra para el sol, y yo, también me pongo gorra para el sol y zapatos cómodos...si ya sabemos que los necesitamos muy cómodos...
La nena se lleva sus lentes para el sol, su pelota... y su maleta con todo lo necesario para el parque, libro de cuentos, cuadernos para dibujar, una cobijita para los peluches que lleva, que para que no se raspen, dice.
Y vamos... tomamos el transporte y llegamos a la Alameda, el ruido de niños corriendo, juegos, vendedores, todo lo común para una tarde hermosa y a brincar, 20 minutos...yo jugando con ella, Mamá viéndonos desde la banca.... no pasan ni 15 minutos y la nena ya se canso que ahora quiere pintar princesas, a ponerle los tenis -otra vez- y buscar la figura que quiere, que ya sabemos pintará a medias y Mamá terminara la labor, mientras Papá y la nena vamos al jardín a jugar.
Saca todo lo de la maleta, los peluches y los acomoda, el libro y los colores, lee un cuento mientras Papá la mira y piensa en su futuro...como lo hacen todos los padres que miran a sus pequeños hijos, supongo.
Llega Mamá y vamos a los juegos, nos tiramos en el pasto, miramos hormigas, esquivamos triciclos gigantes y saludamos al tren que pasa cerca...como se hace en una tarde hermosa.
Tres horas después, de tener los cachetes rojo de calor y media bolsa de papas, la nena ya se quiere ir a casa a comer.
Y regresamos, la nena descansa un rato lo que aprovechan Papá y Mamá, a las seis de la tarde para hacer esas "cosas" para el lunes, ver la comida, el trabajo, bañar a la nena y escribir esta narración....
Sin duda fue una tarde de cansancio, asoleado y hermosa, porque a pesar de los cambios de temperamento de la nena, Mamá y Papá le dimos un recuerdo de una tarde hermosa...una tarde en Familia.
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