EL FIN DE CURSO...
Llega el fin de curso de la escuela de los hijos... me acuerdo que cuando yo terminaba el curso lo vivía como de manera diferente, era terminar un año más para el siguiente...
Hoy que soy padre, el vivir el fin de curso del hijo, se vive de manera distinta, es cuando entendemos los sentimientos de los padres, y hasta de los abuelos que nos llevaban a la escuela.
Terminar un ciclo escolar, representa que los hijos están creciendo, que deberán enfrentarse a nuevas experiencias desconocidas...conocer a nuevos compañeros y compañeras, hacer nuevas amistades y anclar a las amistades ya realizadas que cada una seguirán su camino...
También significa que los padres reflexionemos las enseñanzas que pensamos darles, los ejemplos que les daremos y estar a su lado en este camino de aprendizaje.
La presencia de Papá y de Mamá es fundamental para asentar las bases emocionales que los niños y niñas vivirán en la fase de la infancia, y seremos el puerto a donde ellos buscaran respuestas a nuevas sensaciones, tentaciones y reflexiones, no dejemos que nuestros hijos busquen el consejo del amigo, que esta igual que ellos, debemos ser padres de tiempo completo, saber donde están, con quien están, saber que piensan y que sienten.
Si es necesario, los padres debemos buscar el apoyo de especialistas o grupos de padres, porque el ser padre o madre, no es fácil y el tomar decisiones debemos tener en cuenta la opinión de los hijos que muy a su forma se expresan y exigen atención.
Conforme pasan los días y mis hijos empiezan a entender que al terminar el ciclo del kinder, significa que ya no estarán en la misma escuela donde se sentían seguros y contentos, también entienden que sus amigos ya no estarán y que la maestra que los apapachaba... tampoco estará.
Y para los padres entender estos cambios de los hijos nos pone a prueba, si nosotros como padres sentimos cierta tristeza y dudas sobre el futuro en la primaria, los hijos estarán comprendiendo eso el primer día de la Primaria...cuando entren y se queden solos en un nuevo espacio, diferente, desconocido.
Y así se sigue con la tradición de crecer, de terminar ciclos y empezar nuevos...hasta que nosotros entendemos eso, pero no lo podemos enseñar, pues esas experiencias y sensaciones solo se entienden, cuando se viven, y solo se viven, cuando nuestros futuros hijos...nietos...terminan un ciclo escolar, y se preparan para el nuevo....como una cadena interminable que pasa de generación en generación.
En fin, no queda más que agradecer las experiencias del ciclo que acaba, y albergar los buenos recuerdos y personas que conocimos, y esperar con buen animo, el siguiente ciclo escolar de los hijos.
